lunes, 16 de mayo de 2011

Despertar (Alma)



Cuando desperté ella estaba ahí.


No pude verla, ni oirla, quizá porque no dijo nada, mas supe, de manera inexplicable, que ella aguardaba en algún rincón de la habitación.


Quizá quería hacer del suspense un arma ponzoñosa que incitase de alguna manera al temor, mas este no llegó. Me hallaba sumido en una apacible calma, propinada quizá, por los interminables calmantes que hubieron de ponerme.


No obstante sabía que aguardaba, quizá a que yo hablase, quizá a que no dijese nada...


No pude negarlo por más tiempo, Alma había vuelto, y para quedarse. Ni siquiera aquella idea, que tan brillante, aparecía bajo mis párpados, logró helarme la sangre.


No me había matado, y no lo haría en un tiempo (al menos eso esperaba), no obstante... ¿Qué tenía pensado para mí semejante mujer?


Muy a mi pesar, empecé a temer que pronto lo descubriría.


Un escalofrío recorrió mi espalda, justo antes de cerrar los ojos y sumirme en otro largo sueño: Allí, junto a la ventana, había alguien riendo... no obstante la habitación se hallaba vacía... Alma estaba allí, esperándome.